Así como la Playa de Ses Salines es una de las más conocidas de Ibiza, por la que pasa prácticamente todo el turismo de la isla, la playa de S’Estayol es una de las conocidas sólo por los habituales.
Pertenece al municipio de Santa Eulalia, a unos ocho kilómetros de Ibiza ciudad, y se trata de una ensenada tranquila, hasta la que llegan las casas de los pescadores. El acceso no está muy a la vista y es un camino no asfaltado en pendiente con la que hay que tener cuidado, se llega a pie, y es recomendable para aquellos a los que le guste caminar y la naturaleza.
Es una cala cerrada entre montañas cubiertas de vegetación, con acantilados en uno de sus extremos, de unos setenta metros de largo por unos veinticinco de ancho tiene una zona de fina arena blanca, un pequeño embarcadero de madera en la mitad, muy rústico y uno de sus extremos lo ocupan pequeñas casitas de pescadores con varaderos desde los que resulta muy cómodo bañarse. En la orilla derecha quedan restos de un pozo.
Su nombre S’Estanyol (pequeño estanque) se debe a que se encuentra en la desembocadura del Torrent de Sa Font, cuya agua se acumulaba formando un humedal.
El fondo marino es riquísimo, ideal para el buceo, y aunque la playa es de baño sin peligro, con poca pendiente y zonas de fondo arenoso, por las partes rocosas abundan meros y morenas a poca profundidad.
El ambiente de la playa lo da un chiringuito-restaurante, es de los dueños del PK2, tiene un aire jamaicano informal, ponen muy buena música y está especializado en pescado y arroces, de vez en cuando organiza unas fiestas nocturnas estupendas.
Marga G.-Chas Ocaña
