Dos factores hacen de Ses Salines una de las playas más famosas de Ibiza, por un lado, con su kilómetro y medio de largo, destaca por su longitud en un litoral en el que lo que más abunda son las pequeñas calas y por otra parte, se supone que es una de las playas más frecuentadas por el famoseo y por el ambiente de Ibiza by night, rodeada de chiringuitos, música y colorido típico.
Está a medio camino entre la ciudad de Ibiza y el aeropuerto, su acceso es fácil y cómodo y cuenta con todos los servicios imaginables y más. Por supuesto los básicos: servicios duchas, señalización, socorrismo, vigilancia, limpieza, etc…, por supuesto también los turísticos, alquiler de hamacas, sombrillas e incluso hay guardias de seguridad en la playa, masajistas que te atienden en las tumbonas e incluso coctelerías que te sirven en la arena..
Dispone de alquileres de náuticos para un montón de actividades en el agua: motos, barcas con motor, vela, catamaranes y hay una escuela de buceo. En Ses Salines se puede fondear y es muy habitual ver gran cantidad de yates de todos los tamaños frente a la playa, algunos de ellos de auténtico lujo.
La verdad es que la playa está muy bien, describe una suave curva, con arena muy blanca y fina, está bordeada por vegetación, ya que se encuentra en una zona protegida dentro de la Reserva Natural de Ibiza y Formentera (aunque a simble vista no lo parezca) y a sus espaldas tiene un sistema de dunas que la protegen.
Las condiciones para el baño también son excepcionales, el agua, limpia y cristalina tiene un fondo arenoso con una suave inclinación que hace poder adentrarse en el mar sin apenas ganar profundidad.
Al final de la playa hay una zona nudista en la que se dan cita lo más nocturno de la fauna de los locales de copas: go-gos y drag queens conviven con el hippismo y las rastas…. Free to be.
Marga G.-Chas Ocaña