Gran Canaria lleva décadas siendo uno de los principales destinos del turismo en España; la belleza de la isla, la calidad de sus infraestructuras, pero sobre todo la atracción que ejerce su costa, sus pintorescos pueblecitos y sus preciosas playas, unido a lo benigno del clima, son las causas de que cada año, miles de turistas recalen en la que es considerada una de las islas más turísticas de Europa.
La franja costera de Gran Canaria es muy variada, con zonas completamente diferentes entre sí. De los más de 200 kilómetros de litoral de la isla, tan sólo 60 son de playas; la mayoría de la costa está definida por montañas y formaciones rocosas que llegan hasta el mar, en alginos casos como cortadas a machete, dando lugar a acantilados que sirven de refugio a aves y que, en ocasiones, esconden pequeñas calitas donde poder tomar el sol con intimidad.
Las villas y localidades pesqueras salpican el dibujo circular de la isla que, como una piedra preciosa engarzada, reposa en el centro de las Canarias, Santa María de Guía, Puerto de las Nieves, Gáldar o Agaete son algunos de los ejemplos que podemos encontrar en el norte. Podemos trazar una ruta entre los pueblos de la costa, unidos por carreteras empinadas y retorcidas desde las que podremos disfrutar de un precioso paseo y de una panorámica magnífica.
Entre las playas de Gran Canaria podemos encontrar de todo, desde la super popular Maspalomas o la Playa del Inglés a las pequeñas calitas y playas familiares, como la pequeña playa del Puerto de Mogán. Las hay con mucho ambiente turístico, como la de Puerto Rico y hay pequeños tesoros escondidos entre las rocas de los altos acantilados.
Lo que si es indudable, es que Gran Canaria, debido a su clima con sol garantizado y a su variedad es uno de los mejores lugares en los que poder disfrutar de vacaciones playeras todo el año.
Marga G.-Chas Ocaña